Ubica lo subjetivo en lo social (individual y grupal) de las relaciones interpersonales y registra la recíproca influencia de estas esferas. Además, reconoce la dimensión subjetiva individual e interpersonal (grupal) como factor en la determinación de estructuras y procesos sociales así como la fuerza de éstos en la configuración de la imagen, identidad y subjetividad de las personas.
Por otra parte, este enfoque cuestiona la focalización exclusiva de las intervenciones en el malestar y subjetividad individuales, que restringe la mirada a lo clínico, desconociendo las causas sociales y políticas (y sus actores) como responsables de respuestas que desde la clínica son patologizadas y atendidas como si se tratara sólo de un malestar individual, privado.
Asimismo, el enfoque psicosocial apunta a una comprensión del problema, para que se permita la comprensión de personas y comunidades afectadas a partir del contexto de lo vivido, la detección de recursos y dificultades. El principal intérprete y expositor del pensamiento freudiano fue Erick Erickson, donde en su teoría plantea el desarrollo de la personalidad mediante 8 fases, que promueven el desarrollo social del ser humano, y señala tres aspectos fundamentales que son:
- Destaca el yo: El individuo es tomado como ser Biopsicosocial.
- Relaciones del yo: Es el equilibrio entre el ello y el súper-yo.
- Fusión del yo: Es la unificación del yo físico y psicológico.
Entonces, se entiende lo psicosocial como el mundo de interacciones que resultan del entramado de lo subjetivo (individual, familiar, grupal y comunitario) con factores procedentes del ámbito externo (cultural, político, económico, normativo, relacional); el cual, estas interacciones tienen efecto sobre las personas individual y colectivamente determinando un modo de experimentarse a sí mismos, de vivenciar y afrontar la realidad, y simultáneamente de configurarla. Es por ello, que hay una reverberación de causalidad mutua entre lo Individual y lo colectivo, entre lo “objetivo” y lo “subjetivo”.
Por último, el paradigmas del enfoque psicosocial, es que el individuo es un sistema abierto que se ve influenciado por la cultura, la personalidad desarrollada, que va acorde a esta. Igualmente, el desarrollo de la personalidad permite una posición significativa en el medio social, y que el individuo es un ser dinámico que crea su propia historia y debe cambiar con ella.
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