Las aguas residuales contienen medicamentos de uso cotidiano, como antibióticos o antiinflamatorios, que llegan habitualmente a las depuradoras urbanas. Aunque una gran parte de los fármacos son eliminados en los tratamientos convencionales, otra cantidad importante sigue presente en las aguas que se vierten a los ríos. Estas sustancias se conocen como contaminantes emergentes y eliminarlas es uno de los mayores retos científicos actuales.
Para lograr una mayor eficacia de los sistemas convencionales de depuración, investigadores del grupo de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) han testado con éxito un nuevo proceso basado en la actividad del Trametes versicolor, un hongo de la madera de podredumbre blanca. Esta tipo de tecnología se denomina biooxidación avanzada y con ella se consigue la degradación de moléculas orgánicas complejas, como por ejemplo las moléculas de fármacos presentes en las aguas residuales urbanas. Continuar Leyendo el Artículo
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