Solomon, E., Berg, L., y Martin, D. (2013) la orina es la descarga acuosa del sistema urinario, es producida por una combinación de tres procesos:
a) Filtración: La sangre llega al glomérulo por la arteriola aferente y, al tener ésta un calibre mayor que la arteriola eferente, se produce un aumento de la presión sanguínea en el interior del glomérulo. Por tal motivo, filtra el plasma a través de la cápsula de Bowman, cuya membrana es impermeable a las proteínas y a las células sanguíneas. El líquido obtenido se llama orina primaria. Por otra parte, existen varios factores contribuyen a la filtración, los cuales son:
a) Primer Factor es la presión hidrostática de la sangre en los capilares glomerulares es más alta que en otros capilares, lo cual se debe principalmente a la gran resistencia al flujo de salida presentada por la arteriola eferente, cuyo diámetro es menor que el de la arteriola.
b) Un segundo factor que contribuye a la gran cantidad de filtrado glomerular es la enorme área superficial para la filtración proporcionada por los capilares glomerulares bastante enroscados.
c) El tercer factor es la alta permeabilidad de los capilares glomerulares. Numerosos poros pequeños entre las células endoteliales que forman sus paredes hacen más permeables a los capilares glomerulares que a los capilares normales.
b) Reabsorción: Como el plasma filtrado contiene, además de sustancias de desecho, otras que resultan útiles para el organismo, como agua, glucosa, aminoácidos o sales minerales, en los tubos contorneados y en el asa de Henle se reabsorben estas sustancias, que vuelven al torrente sanguíneo desde los capilares venosos que rodean los tubos. Se constituye así la orina definitiva, compuesta principalmente por urea, ácido úrico, creatinina, sulfatos, nitratos, cloruro de sodio y agua. Es por ello, que los túbulos renales absorben alrededor de 99% del filtrado hacia la sangre, dejando sólo aproximadamente 1.5 L para su excreción como orina durante un período de 24 horas.
La reabsorción permite una regulación precisa de la química de la sangre por parte de los riñones. Desechos, sales en exceso y otros materiales permanecen en el filtrado y son excretados en la orina, mientras que las sustancias necesarias como la glucosa y los aminoácidos son devueltas a la sangre. Cada día, los túbulos reabsorben más de 178 L de agua, 1200 g de sal y alrededor de 250 g de glucosa. La mayor parte de esto, por supuesto, es reabsorbido muchas veces.
c) Secreción Tubular o Eliminación: Es el traspaso selectivo de sustancias de la sangre en los capilares peritubulares hacia el túbulo renal. Aquí la orina definitiva se vuelca en el tubo colector, que desemboca en las pirámides renales; éstas la vierten en los respectivos cálices renales, que se reúnen en la pelvis renal, y de allí, por los uréteres, llega a la vejiga para ser eliminada por medio de la uretra. Diariamente eliminas alrededor de 1,5 litros de orina.
Producción de Orina
A pesar de que la ingestión de líquido puede ser muy variable, en condiciones normales el volumen total de líquido en el cuerpo permanece estable. La homeostasis del volumen de líquido corporal depende, en gran parte, de la capacidad de los riñones de regular la velocidad de pérdida de agua con la orina. Los riñones que funcionan en forma normal producen un gran volumen de orina diluida, cuando la ingestión de líquido es elevada y un pequeño volumen de orina concentrada cuando la ingestión de líquido es menor o la pérdida es elevada. La ADH controla la formación de orina diluida o concentrada. En ausencia de ADH, la orina es muy diluida. En cambio, un alto nivel de ADH estimula la reabsorción de más agua hacia la sangre y la formación de orina concentrada.
Formación de Orina Diluida
El filtrado glomerular tiene la misma proporción de agua y solutos que la sangre; su osmolaridad se aproxima a 300 mOsm/L. Como se mencionó, el líquido que abandona el túbulo contorneado proximal todavía es isotónico, respecto del plasma. Cuando se forma orina diluida, la osmolaridad del líquido en la luz tubular aumenta a medida que fluye a través de la rama descendente del asa de Henle, vuelve a disminuir en su trayectoria por la rama ascendente y se reduce aún más, cuando fluye a través del resto de la nefrona y el túbulo colector.
Formación de Orina Concentrada
Cuando la ingestión de agua disminuye o su pérdida es elevada (como durante la sudoración intensa), los riñones deben conservar agua mientras eliminan desechos y el exceso de iones. Bajo la influencia de la ADH, los riñones producen un pequeño volumen de orina muy concentrada. La orina puede ser cuatro veces más concentrada (hasta 1200 mOsm/L) que el plasma o el filtrado glomerular (300 mOsm/L). La capacidad de la ADH para excretar orina concentrada depende de la presión de un gradiente osmótico de solutos en el líquido intersticial de la médula renal.
Los tres solutos principales que contribuyen a esta alta osmolaridad son el Na+, el Cl– y la urea. Los dos factores más importantes en la creación y el mantenimiento del gradiente osmótico son: 1) las diferencias en la permeabilidad y la reabsorción de solutos y agua en las diferentes secciones del asa de Henle, que es muy larga, y el túbulo colector, y 2) el flujo de contracorriente, que es el flujo del líquido a través de las estructuras tubulares en la médula renal.
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