El cuerpo humano está formado por millones de células, órganos y sistemas que funcionan de forma continua para mantenernos vivos. Estas células y órganos tienden a liberar muchos subproductos tóxicos como una parte del metabolismo y la digestión. Es por ello, que el proceso de Excreción en el cuerpo ayuda en la purificación desechos tóxicos y otras sustancias venenosas, para así el organismo pueda sobrevivir sin ningún tipo de efectos perjudiciales de estas toxinas.
Para la mayoría de los autores el sistema excretor hace solamente referencia a los órganos encargados de la producción de orina. Si embargo, para mi persona este termino en general es el encargado de eliminar las sustancias tóxicas y los desechos del organismo, y estos pueden ser por el aparato urinario mediante la formación de orina, los pulmones por el intercambio gaseoso, la piel por medio de la sudoración y el intestino grueso o colón, que es por donde se excretan algunos desechos producidos por el hígado; y acumula desechos en forma de heces, que es el proceso final de la digestión, para ser excretadas por el ano.
Productos de Desecho Metabólicos
Los desechos metabólicos deben ser excretados a fin de que no se acumulen y alcancen concentraciones que puedan interrumpir la homeóstasis. Los productos de desecho metabólicos más importantes producidos por la mayoría de los animales son agua, bióxido de carbono y desechos nitrogenados, los cuales contienen nitrógeno. El bióxido de carbono es excretado principalmente por estructuras respiratorias. En los animales terrestres, algo de agua también se pierde en las superficies respiratorias. Sin embargo, órganos excretores especializados, como los riñones, eliminan y excretan la mayor parte del agua y los desechos nitrogenados.
Los desechos nitrogenados incluyen amoniaco, ácido úrico y urea. Es de recordar, que los aminoácidos y los ácidos nucleicos contienen nitrógeno; durante el metabolismo de los aminoácidos, el grupo amino que contiene nitrógeno es eliminado (en un proceso conocido como desaminación) y es convertido en amoniaco. Sin embargo, el amoniaco es bastante tóxico. Algunos animales acuáticos lo excretan hacia el agua circundante antes de que se acumule en concentraciones tóxicas en sus tejidos. Algunos animales terrestres, incluidos algunos caracoles y cochinillas, lo ventilan directamente en el aire. Pero muchos animales, incluidos los humanos, convierten el amoniaco en algún desecho nitrogenado menos tóxico como ácido úrico o urea.
El ácido úrico se produce a partir tanto del amoniaco como de la descomposición de nucleótidos de ácidos nucleicos. El ácido úrico es insoluble en agua y forma cristales que son excretados como una pasta cristalina, de modo que hay poca pérdida de líquido. Ésta es una adaptación importante para conservar el agua en muchos animales terrestres, incluidos insectos, algunos reptiles y aves. Asimismo, debido a que el ácido úrico no es tóxico y puede almacenarse con seguridad, su excreción es una ventaja adaptativa para especies cuyas crías comienzan su desarrollo encerradas en huevos.
La urea, el desecho nitrogenado más importante de los anfibios y mamíferos, es sintetizada en el hígado a partir de amoniaco y dióxido de carbono por una secuencia de reacciones conocida como ciclo de la urea. Así como en la formación de ácido úrico, estas reacciones requieren enzimas específicas y la entrada de energía por parte de las células. En comparación con el costo energético de producir amoniaco, el costo de producción de la urea y el ácido úrico es alto. La urea tiene la ventaja de ser mucho menos tóxica que el amoniaco y puede acumularse en concentraciones más altas sin ocasionar daño al tejido; así, puede ser excretada en forma más concentrada. Sin embargo, debido a que la urea es altamente soluble, se disuelve en agua y para excretarla se requiere más agua que para excretar el ácido úrico.
La mayor parte del dióxido de carbono es excretada por los pulmones. En aves y mamíferos, algo de agua se pierde del cuerpo como vapor de agua en el aire exhalado. Aunque las glándulas sudoríparas de los humanos y algunos otros mamíferos están relacionadas principalmente con la regulación de la temperatura del cuerpo, excretan de 5% a 10% de todos los desechos metabólicos.
El hígado produce urea y ácido úrico, que son transportados por la sangre a los riñones. La mayor parte de los pigmentos biliares producidos por la descomposición de los glóbulos rojos es excretada por el hígado hacia el intestino y de allí pasan fuera del cuerpo con las heces.
Importancia
Es el conjunto de procesos mediante los cuales el cuerpo humano logra eliminar las sustancias químicas de desecho que se originan debido a la actividad de las células. Las células son maquinas químicas microscópicas, muy eficientes, capaces de convertir en trabajo la energía de las sustancias que nutren al organismo.
Mediante el sistema excretor, podemos eliminar o excretar desechos químicos tales como el dióxido de carbono (CO2), urea, y sales minerales que las células del cuerpo no necesitan. El sudor, el aire que espiramos y la orina, así como algunos compuestos presentes en las heces fecales, contienen las sustancias de desecho para ser excretadas. De esa manera, los pulmones, la piel, el sistema digestivo y los riñones, son importantes en la osmorregulación y en la eliminación de desechos.
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