A través del tacto, el cuerpo puede percibir el contacto de las distintas sustancias, objetos, temperatura, dolores, entre otras. Esto es debido, a que los seres humanos presentan terminaciones nerviosas especializadas y localizadas en la piel; estas terminaciones son receptores llamados corpúsculos táctiles.
Por otra parte, los receptores se estimulan ante una deformación mecánica de la piel y transportan las sensaciones hacia el cerebro a través de fibras nerviosas, el cual este da una respuesta a los estímulos recibidos por ellos; además, estos se encuentran en las epidermis y están distribuidos por todo el cuerpo de forma variable, por lo que aparecen zonas con distintos grados de sensibilidad táctil en función de los números de receptores que contengan.
No obstante, el tacto es el menos especializado de los cinco sentidos, pero a base de usarlo se puede aumentar su agudeza.
Vías Somatosensitivas
Estas transmiten información de los receptores somatosensitivos (corpúsculos y terminaciones libres) al área somatosensorial primaria de la corteza cerebral y al cerebelo. De este modo, las vías que llegan a la corteza cerebral consisten en miles de conjuntos de tres neuronas:
1. Las Neuronas de Primer Orden: Conducen impulsos de los receptores somáticos hacia el tronco encefálico o a la médula espinal. Desde la cara, la boca, los dientes y los ojos, los impulsos somatosensitivos se propagan a lo largo de los nervios craneales hasta el tronco encefálico. Desde el cuello, el tronco, los miembros y la región posterior de la cabeza, los impulsos somatosensitivos se propagan a lo largo de los nervios espinales hasta la médula espinal.
2. Las Neuronas de Segundo Orden: Conducen impulsos del tronco encefálico y la médula espinal hacia el tálamo. Los axones de estas neuronas presentan una decusación (cruce hacia el lado contralateral) en el tronco encefálico o en la médula espinal, antes de ascender hasta el núcleo ventral posterior del tálamo. Así, toda la información sensitiva de un hemicuerpo llega al lado opuesto del tálamo.
3. Las Neuronas de Tercer Orden: Conducen impulsos del tálamo al área somatosensorial primaria de la corteza ipsilateral.
En este sentido, las regiones del SNC, donde las neuronas hacen sinapsis con otras neuronas que integran una vía sensitiva o motora particular, se conocen como estaciones de relevo, porque las señales nerviosas son transmitidas de una región del SNC a otra. Por ejemplo, las neuronas de numerosas vías sensitivas hacen sinapsis con neuronas del tálamo; por lo tanto, el tálamo funciona como una estación de relevo importante. Además del tálamo, muchas otras regiones del SNC, incluidas la médula espinal y el tronco encefálico, pueden funcionar como estaciones de relevo.
Por último, los impulsos somatosensitivos ascienden a la corteza cerebral a través de tres vías generales: 1) la vía del cordón posterior-lemnisco medial, 2) la vía anterolateral (espinotalámica) y 3) la vía trigeminotalámica. Mientras que. los impulsos somatosensitivos llegan al cerebelo mediante los tractos espinocerebelosos.
Vías Somatomotoras
Los circuitos nerviosos del encéfalo y la médula espinal organizan todos los movimientos voluntarios e involuntarios. Finalmente, todas las señales excitatorias e inhibitorias convergen en las neuronas motoras que se extienden fuera del tronco encefálico y de la médula espinal para inervar los músculos esqueléticos del tronco. Estas neuronas, conocidas también como neuronas motoras inferiores (NMI), poseen sus cuerpos en el tronco encefálico y la médula espinal. Desde el tronco encefálico, los axones de las NMI transcurren por los nervios craneales para inervar los músculos esqueléticos de la cara y la cabeza.
Posteriormente, desde la médula espinal, los axones de las MNI transcurren por los nervios espinales para inervar los músculos esqueléticos de los miembros y el tronco. Sólo las MNI envían eferencias del SNC a las fibras de músculo esquelético. Por esta razón, también se las conoce como vía final común. Por otra parte, las neuronas de cuatro circuitos nerviosos distintos, pero muy interactivos, denominados colectivamente vías somatomotoras, participan en el control de los movimientos, al enviar aferencias a las neuronas motoras inferiores.
*Neuronas de los Circuitos Locales: Los impulsos aferentes arriban a las neuronas motoras inferiores de interneuronas vecinas, estas neuronas se localizan cerca de los cuerpos de las neuronas motoras inferiores del tronco encefálico y de la médula espinal. Reciben aferencias de los receptores somatosensitivos, como nociceptores y husos musculares, como también de centros encefálicos superiores. Ayudan a coordinar la actividad rítmica de grupos musculares específicos, como la flexión y extensión alternante de los miembros inferiores durante la marcha.
*Neuronas Motoras Superiores (NMS): Tanto las neuronas de los circuitos locales como las neuronas motoras inferiores reciben impulsos de las NMS. La mayoría de estas neuronas hacen sinapsis con neuronas de los circuitos locales que, a su vez, hacen sinapsis con las neuronas motoras inferiores, pero algunas neuronas motoras superiores hacen sinapsis directamente con neuronas motoras inferiores. Las NMS de la corteza cerebral son esenciales para la ejecución de movimientos voluntarios del cuerpo; otras NMS se originan en centros motores del tronco encefálico: el núcleo rojo, el núcleo vestibular, el colículo superior y la formación reticular. Las NMS del tronco encefálico regulan el tono muscular, controlan los músculos de la postura y, además, ayudan a mantener el equilibrio y la orientación de la cabeza y el cuerpo. Tanto los núcleos basales como el cerebelo ejercen influencia sobre las NMS.
*Neuronas de los Núcleos Basales: Estas neuronas contribuyen al movimiento, al enviar aferencias a las neuronas motoras superiores. Los circuitos nerviosos interconectan los núcleos basales con áreas motoras de la corteza cerebral (a través del tálamo) y del tronco encefálico. Estos circuitos ayudan a iniciar y finalizar los movimientos, suprimen los movimientos no deseados y establecen un nivel normal de tono muscular.
*Neuronas Cerebelosas: Estas también contribuyen al movimiento, al controlar la actividad de las neuronas motoras superiores. Los circuitos nerviosos interconectan el cerebelo con áreas motoras de la corteza cerebral (a través del tálamo) y del tronco encefálico. Una función primordial del cerebelo consiste en controlar las diferencias entre los movimientos planificados y los movimientos realmente ejecutados. Después, envía órdenes a las neuronas motoras superiores para reducir los errores de movimiento. De este modo, el cerebelo coordina los movimientos corporales; también ayuda a mantener la postura y el equilibrio normales.