Son glándulas epiteliales constituidas por células epiteliales que secretan una sustancia y existen distintos tipos de glándulas exocrinas asociadas con la piel:
1) Glándulas Sebáceas: Son glándulas acinares simples ramificadas en las que la mayoría se conecta con los folículos pilosos, en donde la porción secretora se encuentra en la dermis y suele desembocar en el cuello de un folículo piloso. Sin embargo, en algunas localizaciones, como los labios, el glande, los labios menores y las glándulas tarsales de los párpados, las glándulas sebáceas desembocan en forma directa en la superficie de la piel. Además, son ausentes en las palmas de las manos y las plantas de los pies, las glándulas sebáceas son pequeñas en la mayor parte del tronco y los miembros, pero son grandes en la piel de las mamas, la cara, el cuello y la parte superior del tórax.
No obstante, el tapizado celular de la propia glándula se descarga durante el proceso de secreción, por lo que debe ser renovado a la siguiente ocasión, por lo que, estas células glandulares se dilatan con acumulaciones grasas y posteriormente mueren y son expelidas como una mezcla grasienta, denominada sebo dentro del folículo piloso, y sirve para revestir la superficie del pelo y previene su deshidratación y que se vuelva quebradizo; también evita la evaporación excesiva del agua de la piel, mantiene la piel suave y flexible e inhibe el crecimiento de algunas bacterias (aunque no todas). Por otra parte, estas glándulas son llamadas a veces “grasa educada”, porque no se vuelve rancia y son menos frecuentes que las sudoríparas. Cabe resaltar que, la mayor parte de los mamíferos poseen este tipo de glándulas por todo el cuerpo; en la especie humana son más numerosos en el cuero cabelludo y en la cara.
Este tipo de glándulas secretan una sustancia oleosa llamada sebo, que está compuesta por una mezcla de triglicéridos, colesterol, proteínas y sales inorgánicas.
b) Glándulas Sudoríparas: Son glándulas tubulares, simples y muy plegadas que aparecen en bastantes partes del cuerpo en la mayor parte de los mamíferos, y hay entre tres y cuatro millones de ellas en el organismo. Además, estas glándulas están compuestas por tubos que se enrollan en su base y cuyo extremo da hacia la superficie de la piel; por otra parte, las células de estas glándulas liberan sudor o perspiración hacia los folículos pilosos o sobre la superficie de la piel a través de poros. Cabe mencionar, que no existen en otros vertebrados. Además, se pueden distinguir dos tipos de glándulas sudoríparas sobre la base de su estructura y el tipo de secreción, las cuales son:
El sudor producido por las glándulas sudoríparas ecrinas (alrededor de 600 mL por día) está compuesto por agua, iones (sobre todo sodio y cloro), urea, ácido úrico, amoníaco, aminoácidos, glucosa y ácido láctico. La función principal de estas glándulas es contribuir a la regulación de la temperatura corporal a través de la evaporación del sudor, puesto que, a medida que el sudor se evapora, grandes cantidades de energía calórica abandonan la superficie corporal.
La regulación homeostática de la temperatura corporal se denomina termorregulación, este papel de las glándulas sudoríparas ecrinas relacionado con el logro de la termorregulación se conoce como sudoración termorreguladora y consiste en la formación de sudor en la frente y el cuero cabelludo en primer lugar, para luego extenderse al resto del cuerpo, por último en las palmas y las plantas. El sudor que se evapora de la piel antes de percibirse como humedad se denomina perspiración insensible, y el sudor que se excreta en grandes cantidades y se observa como humedad sobre la piel se denomina perspiración sensible.
En este sentido, el sudor producido por las glándulas sudoríparas ecrinas también cumple un papel menor en la eliminación de desechos como la urea, el ácido úrico y el amoníaco. No obstante, los riñones cumplen una función más importante en la excreción de estos productos de desecho del organismo que la de las glándulas sudoríparas ecrinas.
Por otro lado, este tipo de glándulas también producen sudor en respuesta al estrés emocional, como en caso de miedo o vergüenza. Este tipo de sudor se denomina emocional o sudor frío. A diferencia de la sudoración termorreguladora, la emocional se produce en primer lugar en las palmas, las plantas y las axilas y luego se extiende a otras áreas del cuerpo. Como se verá a continuación, las glándulas sudoríparas apocrinas también participan de la sudoración emocional.
En el pasado se creía que estas glándulas liberaban sus secreciones de manera apocrina, a través de la separación de una porción de la célula. Sin embargo, ahora se sabe que su secreción se realiza por exocitosis, que es característica de las glándulas ecrinas. No obstante, el término apocrino aún se utiliza. La porción secretora de estas glándulas se localiza en la porción inferior de la dermis o en la parte superior del tejido subcutáneo y el conducto excretor desemboca en los folículos pilosos.
Por otro lado, en comparación con las secreciones ecrinas; su secreción no es acuosa, sino que tiene aspecto lechoso, blanquecino o amarillento; este sudor contiene los mismos componentes que el sudor ecrino, con el agregado de lípidos y proteínas, y se seca sobre la piel formando una película con aspecto de plástico. Además, este sudor secretado por las glándulas sudoríparas apocrinas es inodoro; sin embargo, cuando el sudor apocrino interactúa con bacterias presentes en la superficie de la piel, las bacterias metabolizan sus componentes y le confieren al sudor un olor almizclado, que suele denominarse olor corporal. Las glándulas sudoríparas ecrinas comienzan a funcionar después del nacimiento, pero las apocrinas no lo hacen hasta la pubertad.
Cabe resaltar, que las glándulas sudoríparas apocrinas y las ecrinas participan en forma activa en la sudoración emocional. Asimismo, las glándulas sudoríparas apocrinas secretan sudor durante las actividades sexuales. A diferencia de las glándulas sudoríparas ecrinas, las apocrinas no participan en forma activa de la sudoración termorreguladora y, en consecuencia, no cumplen función alguna en la termorregulación.
c) Glándulas Ceruminosas: Son glándulas sudoríparas modificadas del oído externo, secretan una secreción cérea lubricante denominada cera. Su porción secretora se encuentra en el tejido subcutáneo, por debajo de las glándulas sebáceas. Su conducto excretor desemboca en forma directa sobre la superficie del conducto auditivo externo o en los conductos de las glándulas sebáceas. La secreción combinada de las glándulas ceruminosas y las glándulas sebáceas se llama cerumen o cera del oído. El cerumen y los pelos del conducto auditivo externo constituyen una barrera adhesiva que impide la entrada de cuerpos extraños e insectos. El cerumen también repele el agua del conducto y evita el ingreso de bacterias y hongos a las células.
d) Glándulas Mamarias: Son glándulas sudoríparas modificadas que produce leche, cada una de ellas está formada por 15 o 20 lóbulos o compartimentos, separados por una cantidad variable de tejido adiposo y consta de dos elementos fundamentales: los alvéolos o acinos glandulares, son las estructuras epiteliales multicelulares donde se encuentran los lactocitos que son las células epiteliales secretoras mamarias, que sintetizan la leche materna; y los ductos, un conjunto de estructuras tubulares y huecas, ramificadas en forma de árbol, cuyas luces confluyen progresivamente en canalículos más y más gruesos hasta terminar en uno de los doce a dieciocho conductos centrales llamados galactóforos.
Por otra parte, en cada lóbulo, existen varios compartimentos más pequeños denominados lobulillos, compuestos por racimos de células secretoras de leche, los alvéolos, rodeados de tejido conectivo. La contracción de las células mioepiteliales que rodean los alvéolos impulsa la leche hacia los pezones. Cuando comienza la producción de leche, ésta pasa de los alvéolos a una serie de túbulos secundarios y luego, a los conductos mamarios. Cerca del pezón, los conductos mamarios se expanden para formar los senos galactóforos, donde puede almacenarse parte de la leche, antes de ser drenada a un conducto galactóforo. Típicamente, cada conducto galactóforo transporta la leche desde uno de los lóbulos hacia el exterior.
Cabe mencionar que, independientemente de su origen evolutivo, este tipo de glándulas aparecen en todas las hembras de los mamíferos y en forma rudimentaria en todos los machos. Por último, las funciones de la glándula mamaria son: la síntesis, secreción y eyección de leche; estas funciones, conocidas como lactación, se asocian con el embarazo y el parto. En las mujeres, las glándulas mamarias empiezan aumentar de tamaño en la pubertad, debido a la acumulación de grasa y alcanza su máximo desarrollo hacia los 20 años aproximadamente. Sin embargo, los pechos o mamas sufren un desarrollo adicional durante el embarazo.
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