El parto comienza cuando la matriz empieza a contraerse y abrirse, el tiempo que toma en hacer eso puede variar mucho, y una vez que el cuello de la matriz se abre por completo, el feto generalmente demora menos de 2 horas más en nacer. Cabe resaltar, que el parto termina cuando sale la placenta; no obstante, algunos partos son muy rápidos y otros muy lentos, por tal motivo, desde la primera contracción hasta que salga la placenta, un parto sin problemas puede durar de 3 a 24 horas, y si la mujer es primeriza, el parto generalmente dura de 10 a 20 horas, o más. Los partos posteriores generalmente duran de 7 a 10 horas.
Respiración
La manera en que respira tiene mucho que ver con lo que la mujer siente durante el parto. Durante el embarazo, puede prepararse ensayando diferentes formas de respirar, por ejemplo:
•Respiración lenta y suave: Tome aire lentamente por la nariz. Cuando vaya a soltar el aire, forme un beso con los labios y sople lentamente.
•Respiración con “ji, ji”: Tome aire lenta y profundamente y luego dé soplidos rápidos y breves, al mismo tiempo que haga suavemente el sonido “ji, ji”.
•Jadeo: Respire de una forma rápida y poco profunda.
•Soplidos fuertes: Sople rápido y con fuerza.
En relación a lo mencionado, la respiración ayudará a variar la forma de respirar a lo largo del parto, se debe tratar de encontrar la forma de respirar que le haga sentir mejor en cada etapa.
Tipos
1) En el Parto Natural: El feto nace cruzando por la vagina de la madre, con la asistencia de ninguna tecnología y sin la ayuda de fármacos. En la mayoría de los centros asistenciales el parto vaginal ocurre en una posición ginecológica, con la gestante en posición decúbito dorsal, es decir, acostada sobre su espalda y sus pies sostenidos a la altura de los glúteos con el objetivo de favorecer la comodidad del personal médico.
2) Parto Vaginal Instrumental: Ocasionalmente el parto vaginal debe verse asistido con instrumentos especiales, como el fórceps, espátulas y ventosa obstétrica, que prensan la cabeza del feto con la finalidad de asirlo y tirar de él fuera del canal de parto. Se indica con poca frecuencia en ciertos partos difíciles.
3) Parto Abdominal o Cesárea: Consiste en abrir la pared abdominal y la pared uterina con el fin de extraer el feto. En este sentido, la cesárea consiste en la extracción del feto a través de una abertura practicada en el abdomen de la parturienta, la abertura se puede realizar de dos maneras: debajo del ombligo hasta cerca del pubis o a través de una incisión transversal baja. La cicatriz de esta última es más estética y resistente; y la primera se reserva cuando el tiempo apremia. Además, es una técnica de quirófano, y por ello se utiliza anestesia general.
No obstante, el útero se abre siempre practicando una abertura transversal en el llamado segmento inferior uterino (límite entre el cuerpo y cuello del útero), debido a que es el lugar más delgado y con menos vasos del órgano. Una vez abierto el útero, el médico extrae el feto y la placenta para volver a suturar la pared uterina y reconstruir las capas de la pared abdominal que habían sido seccionadas.
Las causas de la cesárea pueden ser variadas, por lo que esta operación se efectúa cuando el feto no está bien situado para la expulsión (situación transversal, etc.), existen ciertos problemas que no permiten usar el método mecánico como cuando los movimientos fetales a través del conducto natal se dificultan seriamente por el agotamiento de la madre, desproporción entre un feto muy grande y una pelvis pequeña, el feto tiene enredado el condón umbilical en el cuello, embarazo múltiples, infección de la vía vaginal, estrechez de la pelvis, entre otras causas.
Las desventajas que supone un parto con cesárea son, entre otras, siguientes:
*La anestesia que impide a la mujer vivenciar el parto.
*Postparto más difícil.
*Más posibilidades de complicación (infección de la herida, mayor tiempo de recuperación).
Etapas
1) Dilatación: Las contracciones uterinas son breves y separadas por intervalos de diez a veinte minutos. Al final de esta etapa, que puede durar de seis a trece horas, las contracciones ocurren cada tres o cinco minutos, son más intensas y duran más. Las contracciones iniciales contribuyen a preparar al organismo materno para el nacimiento del bebé, puesto que provocan la dilatación del cuello uterino.
En este sentido, cuello del útero se ensancha progresivamente llegando a borrarse debido a la presión que ejerce el feto a la acción que realiza la bolsa de agua y a las propias contracciones. Existen dos fases:
a) De lactancia: El cuello uterino se borra, pero la dilatación es muy pequeña (aproximadamente 2 o 3 centímetros). Las contracciones son irregulares y de poca intensidad (de 30 a 35 segundos y repetidas cada 56 6 minutos).
b) Activa: Las contracciones se hacen más frecuentes y regulares (cada tres minutos). La duración también aumenta (40 a 45 segundos).
Debido a la estructura de las fibras musculares que constituyen el tejido del útero, las contracciones conseguirán abrir el cuello que se encuentra cerrado en un principio, pero completamente dilatado al final del proceso. Y, cuando el cuello ya se ha dilatado por completo, la cavidad uterina forma un canal único con el conducto vaginal y la cabeza del feto es empujada por las contracciones del útero hacia la vagina.
No obstante, en esta fase el feto va descendiendo lentamente y se introduce en la pelvis. Su cabeza queda encajada.En el momento en que el cuello uterino ha logrado su máxima dilatación, de aproximadamente 10cm acaba esta etapa.
Su duración generalmente es entre 6 y 12 horas en las mujeres primípara y multípara de 3 a 6 horas.
2) Expulsión: Una vez alcanzada la máxima dilatación comienza el proceso de expulsión, a través del cual sale el niño al exterior. Se caracteriza esta etapa por el movimiento gradual del bebé, a través del conducto natal y puede durar de veinte a noventa minutos.
A la fuerte contracción que padece la madre se agrega ahora la urgencia de descargar o de impulsar al bebé hacia la abertura vaginal. La acción de descarga se complementa con la tensión voluntaria de los músculos abdominales. Esto permite que el médico ejerza control sobre el ritmo de los movimientos fetales, para lo cual puede indicarle a la madre cuándo impulsar y cuándo debe relajar.
Por otro lado, el feto va realizando una serie de movimientos que facilitan su salida. Estos movimientos comienzan con una rotación que va acompañada por el descenso; la cabeza, al mismo tiempo que desciende hacia la pelvis, gira sobre sí misma hasta colocar la nuca contra el pubis, esta rotación dependerá de la posición inicial de la cabeza del feto.
Cuando la cabeza alcanza la vulva, ésta se entreabre y puede verse cómo se insinúa la cabeza fetal, y se dice que la cabeza del niño está coronando. En este momento las contracciones se hacen cada vez más intensas, frecuentes y duraderas, y en cada una de ellas el perineo se distiende al igual que el orificio anal.
Para acelerar el proceso, la parturienta puede colaborar de la siguiente manera: al iniciarse una contracción llena sus pulmones de aire, cierra la boca y hace fuerza con la musculatura del abdomen (como si quisiera defecar), manteniendo este esfuerzo mientras dura la contracción. En el intervalo entre contracciones la mujer puede relajarse y respirar profundamente para recobrar fuerzas.
La cabeza irá emergiendo apareciendo primero la frente, luego la nariz y, por último, el mentón. Cuando la cabeza del niño aparece al exterior los hombros tienen que atravesar la pelvis, por lo que es necesario producir una nueva rotación para que el feto quede mirando hacia la parte interior del muslo. Así, el hombro se sitúa arriba y otro abajo aprovechando salir la parte más ancha de la pelvis. Durante este período las contracciones continúan con una frecuencia de dos o tres minutos aproximadamente y una duración de 45 a 60 segundos.
Su duración suele durar entre media hora y hora y media.
3) Nacimiento: Es la expulsión completa del feto, que se realiza rápidamente, y cuando el niño ha sido extraído, por lo general, profiere un grito, llamado grito de nacimiento, una vez que se le despejan las vías respiratorias. Si esto no ocurre, el frotamiento suave de la espalda frecuentemente provoca el funcionamiento de los pulmones. Por otro lado, a pesar de que el niño ya se encuentra fuera sigue ligado a la madre mediante el cordón umbilical, por lo que, una vez que el bebé está fuera se procede a pinzar y, posteriormente, a cortar el cordón umbilical. Este se corta y se liga a dos o tres centímetros de la piel abdominal. Su duración son unos minutos.
4) Alumbramiento: Entre los diez y los quince minutos después al nacimiento se produce la expulsión de la placenta, las membranas y parte del cordón gracias a las contracciones uterinas que continúan después de la salida del niño. La placenta se desprende del útero y es expulsada como sustancia postnatal. Esta es examinada totalmente para determinar si está completa, puesto que cualquier parte de ella que quede dentro del cuerpo de la madre puede provocar una infección o hemorragia, pero, con la ayuda del médico se consigue que esta expulsión sea completa. Su duración es de unos 10 minutos.