Es la alimentación del recién nacido, la cual la leche está compuesta por componentes esenciales que aún en la actualidad se le siguen integrando a la lista. Cabe resaltar, que la leche materna depende de diferentes factores como su composición, la cual contiene proteínas, grasas, vitaminas y demás elementos indispensables para la alimentación del recién nacido y sigue siendo una fuente importante de nutrientes por lo menos hasta los dos años y por ultimo su formación, la cantidad que produce por día, y la demanda de nutrientes que necesita él recién nacido.
De la misma manera, la primera leche es de gran importancia, la cual se llama calostro y se produce inmediatamente después del parto. En este sentido, el calostro es espeso; puede ser transparente o amarillo pegajoso, posee una concentración de B-carotenos, y se puede generar de 2 a 20 ml de esta leche por toma, lo que cumple con las necesidades del bebé. Asimismo, esta tiene una alta concentración en vitaminas y minerales, pero la que la hace fundamental es su concentración de factores de defensa que ayudan al desarrollo del sistema inmune que evita la adhesión de microorganismos patógenos y le brinda lactobacilos que le ayuda a una buena digestión.
Ventajas
La lactancia materna trae consigo unas series de ventajas para la madre, proporciona una recuperación física en el postparto, elimina la menor probabilidad de cáncer mamario y ovárico y de osteoporosis en edades futuras. Además, ofrece un espacio para mayor y mejor interacción entre la madre y el niño, lo que influye en el desarrollo psicomotor del lactante. La leche materna proporciona a la madre placer físico y emocional y le brinda estabilidad y confianza. Asimismo, así como existen ventajas para la madre también lo existe para el hijo, porque le brinda superioridad nutricional, ausencia de agresión físico-química y antigénica, le ofrece apoyo inmunológico específico e inespecífico, le brinda apoyo al crecimiento y desarrollo del tubo digestivo y prevención de morbimortalidad. Es decir, la leche materna protege al bebé frente a las infecciones como diarrea, infecciones respiratorias (catarros, bronquiolitis, bronquitis, neumonía), otitis, etc.
Desventajas
Posturas para Amamantar
Es necesario tomar en cuentas ciertas habilidades o posiciones que sean las más adecuadas para amamantar al recién nacido, en donde madre e hijo estén cómodamente para ofrecerle una buena succión al niño unas de estas serían:
1) Posición de Cuna: Se debe colocar al bebé de costado, mirando hacia el pezón. El cuerpo del bebé debe estar de frente a la mamá (panza contra panza) con su oreja, hombro y cadera en línea recta. Se debe prestar atención a la posición de la cabeza del bebé. Esta no debe girar al costado, debe permanecer en línea recta con su cuerpo. En esta posición clásica, la cabeza del bebé se apoya en la parte interior del codo, el cuerpo se coloca en el antebrazo y la mano de la mamá sostiene los muslos o la cola del niño. El brazo inferior del bebé queda oculto debajo del brazo y alrededor de la cintura de la mamá. Con la mano contralateral, se debe tomar el pecho y favorecer el enganche. Esta posición es la más frecuente
2) Posición de Cuna Cruzada: La madre sujeta la cabeza del bebé con la mano opuesta del seno con que está amamantando. Su muñeca debería descansar sobre los omóplatos del bebé, el pulgar debajo de una oreja y los otros dedos detrás de la otra oreja. Usando la otra mano, la mamá sostiene el pecho poniendo el pulgar por encima del pezón y la areola en el lugar donde la nariz del bebé tocará el seno. El dedo índice debe estar en el lugar donde el mentón del pequeño tocará el pecho. Se debe apretar suavemente el seno, dándole una forma que se ajustará mejor a la boca del niño.
3) Posición Recostada de Lado: La mamá se recuesta de costado y coloca el brazo por debajo de su cabeza con el otro brazo cerca del bebé; su cabeza también puede estar apoyada en una almohada. Se coloca al bebé de costado, de frente a la madre, panza contra panza. La boca del niño debe estar alineada al pezón. Se sostiene el pecho como en las otras posiciones. Se puede utilizar una almohada detrás de la espalda del bebé para mantenerlo cerca y en la posición adecuada. Esta posición es conveniente cuando la mamá está muy cansada, tiene pechos grandes, para amamantar en la noche o cuando hay una cesárea.
4) Acostada o Reclinada: La madre se apoya en posición semireclinada sobre almohadas y cojines, se coloca al bebé frente a ella, vientre con vientre. La mejilla del bebé está cerca del pezón, dejar que el bebé “busque” el pezón. Esta posición es conveniente cuando hubo un parto difícil, una cesárea o se tiene pechos pequeños.
5) Posición de Futbol Americano, Balón de Rugby o Bajo el Brazo: La madre se sienta con una almohada colocada en un lado para elevar al bebé al nivel del pezón. Se debe colocar al bebé en posición semisentada de frente a la mamá, con sus piernas bajo el brazo materno (brazo derecho si le da el seno derecho). Se sostiene la cabeza del bebé con la mano derecha y se sostiene el seno con la técnica explicada en la posición de cuna cruzada. Esta posición es útil si se ha tenido una cesárea o si quieren evitar colocar al bebé sobre el abdomen, si los pechos maternos son grandes, si el bebé es muy pequeño o prematuro, si se amamanta a mellizos o gemelo, para mastitis u obstrucciones porque funciona muy bien para vaciar bien el pecho.
6) Posición del Caballito: La madre debe estar sentada con la espalda recta y sentar al bebé sobre sus piernas, con su cara frente a tu pecho. Hay que asegurarse de que la cabeza del bebé esté alineada con el pecho, la nariz en el pezón y los brazos del bebé fuera, relajados. La madre debe sujetar la cabeza del bebé y poner el brazo alrededor de su cuerpo. Esta suele hacerse cuando el bebé ya es capaz de mantenerse sentado. También, se puede hacer con bebés pero es importante que la posición de la madre esté algo más recostada, buscando la inclinación para ser capaz de colocar al niño en su vientre mientras lo amamanta. No obstante, es útil cuando hay problemas de agarre, bebés con reflujo, lengua atascada o madres con flujo de leche rápido.
En resumen, existen dos posturas de la madre y cuatro diferentes posiciones del bebe para dar pecho cómoda y eficientemente. En este sentido, todas las posiciones del bebé la cara frente al pecho y el cuerpo bien pegado a mami, en los acunados y acostado, el cuerpo es totalmente de lado, pegando la barriga de la madre. La madre debe tomar el pecho con su mano en forma de C (cuatro dedos debajo del pecho y pulgar detrás de la areola), no se deben hacer tijeras con índice y pulgar.
Por otro lado, las posiciones sentadas deben aprenderse en sillas o sofás cómodos evitando hacerlas en la cama porque siempre nos desparramamos hacia abajo y se desacomoda todo. No obstante, el dominio de la cabeza del bebe es de importancia puesto que él no sabe ir al pecho, hay que llevarlo para que tenga buen enganche, si la posición no es buena lo más seguro es que el agarre tampoco lo sea y es allí cuando vienen los pezones rotos.
Fisiología
Durante el embarazo, en respuesta al aumento de los niveles de estrógenos y progesterona, la hipófisis produce prolactina que estimula la producción láctea. Sin embargo, durante el embarazo, se mantiene inactiva debido a que la progesterona y el lactógeno placentario impiden la unión de la prolactina a sus receptores (unión competitiva). Después del parto, los niveles de estas dos hormonas disminuyen rápidamente y la acción de la prolactina deja de ser bloqueada, iniciándose la secreción de leche materna.
Tras el parto, la liberación de prolactina se produce en pulsos tras diversos estímulos, siendo el más eficaz la succión del pezón. El pico máximo de concentración plasmática de prolactina se produce, aproximadamente, 20-30 minutos después de la succión, de manera que su efecto más importante es producir leche materna para la siguiente toma. De ahí el dicho, “cuanta más succión, más producción”. Este efecto es de particular importancia cuando se está estableciendo la lactancia materna, puesto que después de algunas semanas no existe relación entre la cantidad de prolactina y la cantidad de leche materna producida.
Por otra parte, la oxitocina es liberada en respuesta al estímulo del pezón, por succión o manipulación; y en respuesta a estímulos físicos, visuales, sonoros o emocionales agradables, generalmente, relacionados con el bebé. Esta hormona es responsable de la contracción de las células que envuelven los alvéolos produciéndose la eyección láctea. Facilitando el desplazamiento de la leche materna por los conductos hacia el pezón. Este proceso se produce de forma continuada durante la succión y consigue volver a rellenar los conductos a medida que van quedando vacíos. Es importante tener en cuenta, que el estrés, la ansiedad y otros estímulos físicos repentinos desagradables pueden bloquear el reflejo de eyección de la oxitocina.
Por otro lado, otro factor de regulación tiene que ver con la retención de leche materna dentro de los alvéolos que aumenta la presión intraalveolar, afectando a la función de las células alveolares, además puede comprometer la vascularización y dificultar la llegada hormonal, frenando la producción láctea cuando el pecho materno está lleno o no existe un drenaje eficaz de la glándula. El bebé anula estos efectos inhibidores mediante el vaciado adecuado del pecho, de este modo, la producción de leche materna se adapta a las necesidades del bebé, de una toma a otra e independientemente para cada pecho.
En síntesis, para que la mujer pueda producir leche materna debe estar bajo la influencia de ciertas hormonas como lo son, la prolactina y la oxitocina. En efecto, la prolactina es la encargada de que haya producción de leche y la oxitocina desencadena la eyección de leche, ambas hormonas dependen de la succión efectiva por parte del bebé para que se pueda dar una retroalimentación positiva de las hormonas, es decir, para mantener la concentración de secreción láctea es necesaria la succión de forma periódica, el reflejo de succión estimula determinados receptores localizados en el pezón, y mediante el estiramiento y succión del pezón se desencadena la liberación de oxitocina, una hormona que contrae los conductos galactóforos y se expulsa la leche.
También, esta estimulación del pezón activa indirectamente el cerebro de la madre para aumentar la prolactina y ésta, induce un incremento del volumen de leche. Es por este motivo que la producción de leche por la glándula mamaria se adapta a la demanda de alimentación del bebé el cual estimula adecuadamente el proceso de lactancia por vía succión efectiva.
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