Serrano (2023) dice que es un órgano con forma de disco que se desarrolla en el útero durante el embarazo y permite el intercambio metabólico entre la madre y el feto. Por otro lado, Tortora Derrickson (2006) menciona que la placenta es la estructura especial a través de la cual se produce el intercambio de sustancias entre las circulaciones materna y fetal.
En este sentido, la placenta es un tejido redondeado en forma de torta que permite la intermediación entre la madre y su bebé mientras se desarrolla la gestación, esta estructura está adosada al útero materno por su cara interna y es lo que permite al bebé alimentarse a través de los nutrientes que recibe de la sangre materna. Además, es un órgano que actúa como filtro, permitiendo el intercambio entre la circulación materna y la circulación fetal pero evitando el contacto directo, de tal manera que las sustancias nutritivas y los desechos se intercambian sin inconveniente y con eficacia.
Asimismo, esta se empieza a formar en el mismo momento de la implantación del embrión en la pared uterina, acontecimiento que ocurre aproximadamente a la semana de haberse producido la fecundación, y se desarrolla de las mismas células provenientes del espermatozoide y el óvulo que dieron desarrollo al feto. Hacia el tercer mes esta ya ha adquirido su forma definitiva, pero seguirá creciendo durante todo el embarazo.
Por otro lado, el bebé está unido a la placenta a través del cordón umbilical, después del nacimiento la placenta es expulsada del útero, cuyo proceso es denominado alumbramiento. En ese momento se liga y corta el cordón umbilical. La pequeña porción de cordón umbilical (aproximadamente 2,5 cm) que permanece unida al recién nacido comienza a degenerar y se desprende espontáneamente entre los 12 y los 15 días después del nacimiento. La zona donde se encontraba unido el cordón umbilical queda cubierta por una delgada capa de piel y se forma tejido cicatrizal. La cicatriz es el ombligo.
Corion frondoso y decidua basal
En las primeras semanas de desarrollo las vellosidades cubren toda la superficie del corion. A medida que avanza la gestación las vellosidades del polo embrionario siguen creciendo y dilatándose, lo cual da origen al corion frondoso, las del polo abembrionario o vegetativo degenera y hacia el tercer mes esta porción del corion es lisa y se llama corion leve o calvo. La diferencia entre los polos embrionarios y abembrionario del corion se manifiesta en la estructura de la decidua. La decidua que cubre el corion frondoso, llamada decidua basal, consiste en una capa de células voluminosas con abundante lípidos y glucógeno. Esta capa, la placa basal o decidual, está íntimamente unida al corion.
Anatomía
La placenta suele presentar una forma circular, discoide. Al final de la gestación, tiene un diámetro aproximado de 22 cm, un espesor central de 2,5cm y un peso de alrededor de 470 gr. La espesura placentaria es generalmente proporcional a la edad gestacional. La placenta suele ubicarse a lo largo de la pared anterior o posterior del útero y puede expandirse a la pared lateral con el curso del embarazo. De acuerdo a su posición, pueden reconocerse cuatro principales tipos de placenta:
*Anterior: La placenta se encuentra adosada a la pared anterior del útero.
*Posterior: La placenta está ubicada en relación a la pared posterior del útero.
*Fúndica: Se ubica en relación con la pared superior del útero, llamada fundus o fondo uterino.
*Placenta previa: La implantación de la placenta se da sobre el orificio cervical.
Estructura
La placenta está compuesta por dos caras:
a) La parte fetal: Es conocida como corion frondoso o placa coriónica, es circundada por la lámina coriónica y está formada por una multitud de vellosidades coriales; no obstante, está cubierta por el amnios, o membrana amniótica, que le da a esta una apariencia brillante. Así mismo, la membrana amniótica secreta líquido amniótico que sirve como protección y amortiguación para el feto, mientras que también facilita el intercambio de sustancias entre la madre y el feto. Además, es responsable de la nutrición.
En este sentido, debajo del amnios está el corion, una membrana gruesa continua con el revestimiento de la pared uterina. El corion contiene a los vasos coriónicos que a su vez son continuos con los vasos del cordón umbilical. Surgiendo desde el corion están las vellosidades coriónicas que contienen una red de capilares fetales, permitiendo un área máxima de contacto con la sangre materna. El intercambio de sustancias entre la circulación fetal y materna ocurren en el espacio intervelloso. Cabe resaltar, que la placenta y membranas placentarias (amnios y corion) son fundamentales para el desarrollo y evolución del embarazo, una alteración de la placenta o sus membranas asociadas traerá diferentes tipos de consecuencias.
Por otro lado, el cordón umbilical, que es la conexión entre la placenta y el feto, se inserta en una posición ligeramente excéntrica en la placa coriónica, se desarrolla a partir del pedículo de fijación y llega a medir cerca de 2 cm de ancho y alrededor de 50 o 60 cm de longitud. Este contiene una vena (la vena umbilical) que transporta nutrientes y oxígeno de la placenta al feto y dos arterias (las arterias umbilicales) que transportan los productos de desecho del feto de vuelta a la placenta.
b) La parte materna: Es denominada decidua basal o placa basal, es una cara artificial que surge de la separación de la placenta de la pared uterina durante el parto, por lo que, procede de la transformación de la mucosa uterina. Por otra parte, esta cara está compuesta por la decidua, endometrio modificado o especializado (o revestimiento mucoso del útero) que se forma en preparación para el embarazo. Este da un aspecto rojo oscuro, parecido a la sangre, a la cara materna de la placenta.
Es de acotar, que incrustadas en la decidua se encuentran las venas y arterias endometriales maternas. También se encuentran visibles en la cara materna de la placenta pequeñas regiones de elevaciones denominadas lóbulos o cotiledones placentarios (aproximadamente de 10 a 40), los cuales están separados por surcos. Dentro de la placenta, los surcos corresponden a los septos placentarios. Cada cotiledón visible en la cara materna corresponde a la posición de los árboles coriónicos que surgen de la placa coriónica.
En relación a lo mencionado, en el curso del cuarto y quinto mes la decidua forma dichos tabiques, los tabiques deciduales, que sobresalen en los espacios intervellosos pero no llegan a la lámina corionica. Estos tabiques poseen un núcleo central de tejido materno, pero su superficie está cubierta por una capa de células sinciciales, de manera que en todo momento hay una capa sincicial separando la sangre la materna que se encuentra en los lagos intervellosos del tejido fetal de las vellosidades. Como consecuencia de la formación de estos tabiques la placenta queda dividida en varios compartimientos o cotiledones.
Y esta cara, es responsable de proporcionar un sitio de implantación para la vesícula gestacional y el desarrollo de la placenta.
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